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Vestidos en Su Gloria

por Wade E Taylor

En este tiempo en particular, el Señor está separando para sí mismo a aquellos que están insatisfechos con el nivel espiritual de su vida actual y están buscando una palabra fresca del Señor. Estos tienen una activa relación con Él pero están buscando ir más lejos.

“Después de esto mire, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. Y al instante, yo estaba en el espíritu.” Apocalipsis 4:1-2

Y al instante yo estaba en el Espíritu.” Para que podamos escuchar y recibir una palabra presente primeramente debemos ser establecidos en nuestra relación con el Señor. Una parte de esto es la restauración de nuestras facultades espirituales (ser espiritualmente sensibles)

“Más Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo ¿Dónde estás tú? Génesis 3:9

El Señor sabía en dónde estaba Adán, pero Él buscaba una confesión. Dios estaba preguntado a Adán en dónde estaba su relación con Él.

“Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.” Génesis 3:10

Adán y Eva no perdieron su inocencia y luego descubrieron que no tenían ropas. Ellos perdieron algo mucho más importante que un sentido de propiedad. Ellos perdieron la cobertura “Shekinah” (no ropas), y se escondieron debido a que no podían estar ante el poder radiante de la gloria de la presencia del Señor. Para permanecer en la plenitud de Su gloria, nosotros también necesitamos una “cobertura.” Esta cobertura es “Shekinah,” la gloria manifestada del Señor que nos capacita para entrar y permanecer en Su presencia.

Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparta aun monte alto, y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.” Mateo 17: 1-2

La confesión de Abraham trajo perdón y el comienzo de una profesión que lo guiaría a la restauración de la Gloria Shekinah. Adán y Eva fueron perdonados a través de la sangre de un cordero que había sido sacrificado, fueron perdonados y cubiertos pero lo que ellos ya habían “comido” aún estaba dentro de ellos.

Lo que ellos habían comido fue el “derecho a hacer lo que deseaban, aparte de la voluntad y el propósito de Dios.” Debido a que Adán y Eva escogieron el “conocimiento del bien y del mal” y participaron del mismo, ahora ellos podían hacer lo que les agradaba sin estar sometidos al Señor. Nosotros heredamos de Adán este derecho a ser independientes; nacimos atados al árbol del conocimiento del bien y del mal.

El Señor no va quitar de nosotros esta libertad de hacer lo que nos gusta, pero si podemos entregarla y regresar a una relación de dependencia incondicional de Él.

 “Entonces Jesús dijo a Sus discípulos, si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.” Mateo 16:24

Tomar nuestra cruz significa que “morimos” al derecho que tenemos sobre nuestras propias vidas y lo entregamos “incondicionalmente” al Señorío de Jesús. Para hacer esto, requerimos un acto específico y vocalizado de entregarle al Señor este derecho de hacer lo que nos agrada y que vino a nosotros a través de Abraham.

Cuando aceptamos la salvación fuimos cubiertos con las “Vestiduras de Salvación.” Estas vestiduras de perdón a través de la sangre de Jesús son un regalo, no nos cuesta nada.

“…Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.” Apocalipsis 7:14

Hay otra clase de vestidura, las “Vestiduras de Bodas” que están disponibles para nosotros. Nuestras vestiduras de salvación pueden ser reemplazadas por las Vestiduras de Boda. Estas vestiduras de bodas deben ser “tejidas” por nosotros.

“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella  se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.”  Apocalipsis 19: 7-8

El Señor desea llevarnos más allá de nuestra experiencia de salvación, al lugar en donde nos convertimos en Su Novia; allí seremos nuevamente cubiertos con la “Shekinah,” que nos capacita para sentarnos con Él en Su trono.

Esta preparación, la tejedura de nuestra “Vestidura de Bodas” comienza con la decisión de comprometer incondicionalmente nuestras vidas en sumisión y obediencia a Su voluntad y propósito, en la medida en que caminemos con Jesús.

Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a las bodas del Cordero.Apocalipsis 19:9 

“Y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.” Mateo 25:10

No todos escucharán y responderán a este alto llamamiento ya que requiere sacrificio y esfuerzo de nuestra parte. El primer paso es separarnos, nosotros mismos, del “árbol del conocimiento,” y reunirnos con el “árbol de la vida” a través de la victoria que Jesús obtuvo en nuestro favor en la cruz.

Es así como entregamos el derecho a escoger por nosotros mismos para comenzar a vivir una vida separada de sumisión a la voluntad de nuestro Señor. En tanto que respondamos correctamente, comenzaremos a madurar espiritualmente y recibiremos el lino de las vestiduras de boda.

“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella  se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.Apocalipsis 19: 7-8

Y las que estaban preparadas entraron con Él en bodas.” (Mateo 25:10). Este es el tiempo en el cual vamos a tomar las decisiones que nos afectarán por toda la eternidad.

“Su Señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor.” Mateo 25:23

Que cada uno de nosotros esté en el lugar donde escucharemos a Jesús llamando a la puerta de nuestro espíritu y entre por la puerta abierta a Su eterna presencia para escucharle decir: “Bien hecho, buen siervo y fiel” y luego se siente con Él, como Su Novia, en Su Trono.