Wade E Taylor
“Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: digno eres de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.” Apocalipsis 5:9-10
Esta “canción nueva” no es una que vamos a aprender, sino que es el resultado de nuestra sumisión a los tratos del Señor y es el testimonio de que nos hemos convertido en “reyes y sacerdotes.”
Los “veinticuatro ancianos” de Apocalipsis 5:8 representan a los vencedores del antiguo Testamento. Los “cuatro seres vivientes” de ese pasaje representan cuatro aspectos de la madurez espiritual de un vencedor bajo el Nuevo Testamento. En el pasaje citado estos aparecen cantando: “..y nos has hecho.” Esta canción es el resultado de un “proceso” que tiene lugar en el curso de nuestra vida y que nos conducirá a ser escogidos como un vencedor
“Porque muchos son llamados, pero pocos son escogidos” Mateo 22:14
Una mejor manera de decir lo anterior es: “Muchos son llamados, pero pocos pagarán el precio para ser escogidos.”
El desarrollo de esta “canción” tendrá lugar a través de una intervención directa del Señor en la que esos “vencedores” serán levantados hacia un plano espiritual más elevado de poder y autoridad apostólica.
En Éxodo capítulo diecinueve se describe algo que le fue ofrecido a Israel:
“Y vosotros me series un reino de Sacerdotes y gente santa.” Éxodo 19:6
Luego por mandato de Dios, Moisés les dijo: “…Y estén preparados para el día tercero.” (Éxodo 19:11)
“Y aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de trompeta fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo temblaron.” Éxodo 19:26, 20:18
El pueblo de Israel, se alejó de la presencia manifiesta del Señor. Cuando ellos comenzaron a temblar ante la intensa presencia de Dios se alejaron rechazando esta manifestación del poder sobrenatural del Señor y dijeron algo semejante a esto: “Moisés, no queremos toda esta gloria visible y estremecedora ni tampoco esas trompetas (voces proféticas). Ve tú Moisés a la presencia de Dios y luego vuelves y nos dices que ha dicho el Señor. Nosotros lo que queremos es un servicio maravilloso, tranquilo y digno.”
El poder manifiesto de Dios afectará grandemente nuestras emociones. Nuestras respuestas serán tan variadas como son varias nuestras maneras de ser. En este tiempo muchos critican esas manifestaciones (nuestras respuestas o reacciones a la presencia de Dios), en los lugares donde el Señor está probándonos para ver si estamos listos y respondemos a todo lo que Él desea hacer y obtener.
Hace unos años atrás, hubo muchos diciendo: “Esta viniendo una visitación.” En aquel tiempo hubo un “toque” de esta visitación puesto que el Señor había enviado un patrón de la misma en Toronto y luego en Pensacola. Inmediatamente después tal como pasó con Israel, hubo una controversia. Algunos dijeron “Esto no es lo que estábamos esperando.” Sin embargo el Señor ha escogido las “cosas necias” para probarnos. Existe un principio establecido: “Los recipientes de cada visitación se convertirán en los perseguidores de la siguiente visitación.” El Señor puede no repetir la forma como se expresa así mismo y debido a que Él se mueve en formas que avergüenzan nuestro intelecto muchos reaccionan y se oponen.
En este tiempo del cierre de la era de la Iglesia, Jesús está comenzando a tomar lugar como la cabeza manifiesta de Su cuerpo, la Iglesia. Todo el mundo verá este Jesús corporativo y van a reaccionar así como pasó en el tiempo de Moisés cuando el Señor intentó revelarse a Israel y también cuando Jesús caminó entre la gente de Su tiempo.
Lo anterior nos dice que debemos estar “preparados” para la visitación que viene. Si no estamos respondiendo correctamente a este proceso de ser “acondicionados” para permanecer en esta poderosa manifestación de la presencia del Señor, también nosotros vamos a reaccionar y protestar como Israel lo hizo. El Señor puede esperar por otra generación pero nosotros no.
Estamos viviendo el tiempo final de la era de la Iglesia y nos estamos aproximando al tiempo de Apocalipsis capítulo cuatro. Es muy importante que seamos preparados a través de las actuales manifestaciones de Su presencia y que hayamos desarrollado una sensibilidad a la voz del Señor.
“Después de esto mire y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo; Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.” (Apocalipsis 4:1)
Debido a que Israel se alejó de la presencia manifiesta del Señor, Él se alejó de ellos. En nuestro tiempo presente, también nos es ofrecido el mismo sonido de trompeta diciendo, “Sube acá:”
Hay un llamado actual para subir más alto ya que el Señor está haciendo coas en formas que nunca habían pasado antes. Existen unos quienes podrán decir como María cuando le fue requerido que diera nacimiento a Jesús: “Esto es imposible y no entiendo, pero que se haga conmigo conforme a tu palabra.”
Siempre que aparece lo real y genuino viene su falsificación. No obstante, debemos ser cuidadosos y no “arrojar el bebé junto con el agua de la bañera.” En este tiempo actual el Señor está reuniendo a un pueblo para Sí mismo. El mundo hoy, o bien ignora a la Iglesia o bien se ríe de la misma, pero esto va a cambiar pronto.
Yo estuve en la armada durante la segunda guerra mundial allí tuvimos oficiales que debido a la urgencia habían sido entrenados en un curso intenso de noventa días. Estos enlistaron hombres llamándolos “noventa días de maravillas” quienes respetaban a los oficiales que habían ascendido en el escalafón pero despreciaban a los que estaban ejerciendo autoridad porque nunca habían estado bajo autoridad.
El Señor nunca está con la guardia abajo. No hay “Pearl Harbor” en Su reino. Hay unos que actualmente están siendo preparados, unos que en el día de Su aparición tendrán esta nueva canción:
“Y ellos cantan una nueva canción diciendo… nos has hecho para nuestro Dios, reyes y sacerdotes y reinaremos sobre la tierra.”
In the Lord’s time, He will say to these, “Come up here.” The Head and the Body will come together and the resurrected glory of the Lord will be seen. As the Body functions in authority under the direct dictate of the Head, the nations will no longer laugh, but rather, they will tremble before them.
En el tiempo del Señor Él les dirá a estos: “Sube acá.” La Cabeza y el Cuerpo estarán juntos y será vista la gloria resucitada del Señor. En la medida en que el cuerpo funcione en autoridad bajo la dirección de la Cabeza las naciones no se reirán más sino que temblarán delante de Él.
Que podamos ser hallados entre aquellos que en este tiempo dan la bienvenida y responden a Su presencia manifiesta.