Wade E Taylor
¡Jerusalén; Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados¡ ¡Cuantas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste.” Lucas 13:34
Suele suceder que las gallinas se sientan sobre un huevo para dar a luz a una nueva generación. Del mismo modo, el Espíritu Santo hace nido sobre aquellos en quienes por este tiempo en particular, Él va a hacer que nazcan en un nivel y propósito espirituales superiores.
Mientras el mundo avanza en creciente expresión de sus frustraciones, calmadamente el Señor está preparando a aquellos a quienes en la plenitud de Su tiempo serán levantados a un reino gubernamental para gobernar con vara de hierro (autoridad espiritual con consecuencia).
“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquél día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará raíz ni rama. Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.”Malaquías 4: 1-2
Así como la vida es formada en el interior de un huevo, del mismo modo al interior de aquellos que están siendo estimulados y movidos por el Espíritu Santo se está formando una vida de esperanza para un nuevo día.
En la medida en que sintamos y respondamos al proceso del Espíritu Santo, aunque quizá no podamos entender todo lo que está ocurriendo o que no sepamos aquello para lo cual estamos siendo preparados, es importante que no impidamos este proceso, sino que cooperemos activamente con el Espíritu Santo cuando viene a “anidar” sobre nosotros para completar el proceso que está teniendo lugar en nuestro interior. Solo entonces estaremos listos para tener una relación de cooperación activa con el Señor en estos últimos tiempos.
“Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro….” Apocalipsis 2: 26-27
Esos tratos profundos del Espíritu Santo actúan sobre nosotros y alteran la propia fibra de nuestro ser para que podamos venir a una alineación con el propósito más alto del Señor. Sólo entonces podremos ser confiados para usar correctamente el poder que, “en ese día,” será entregado en nuestras manos
Toda la creación está comenzando a gemir por la manifestación de esa redención de los últimos tiempos. Pero por este tiempo ese clamor parece en vano ya que todavía hay muchos que son reacios para venir al Señor Jesús quien vino a para que podamos tener, vida y vida en abundancia.
Es por esto que el Espíritu Santo continúa anidando sobre los suyos para prepararlos y traerlos al lugar de su ministerio en el “día cuando venga Su poder.”
El Señor le diría a aquellos sobre quienes Él posa en este tiempo de preparación, que Él tiene amor y compasión por todos los que todavía le rechazan y que también siente la frustración que ellos experimentan. En consecuencia, Él está acelerando este trabajo de preparación al interior de cada uno de aquellos que voluntariamente han respondido a esta “presencia envolvente” del Espíritu Santo.
Estas personas están siendo requeridas por el Señor para someter, voluntariamente, la totalidad de su ser, cuerpo, alma y espíritu a esta obra de preparación. Debemos permitir que el Señor remueva de nosotros todo lo que es contrario a la obra que Él desea hacer en nosotros.
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.” Romanos 12:1
El Señor está llamando a los suyos no sólo para que estén firmes en este día sino para convertirse en la expresión y demostración de la vida que Él anhela revelar e impartir a un mundo perdido y herido.
Para que podamos nacer y comenzar a funcionar en este nivel espiritual superior, debemos creer y contender por un “cielo abierto” bajo el cual “podemos esperar en el Señor” para recibir Su poder y Su gracia.
En tanto que el Señor obra activamente sobre nosotros para hacer nacer este ministerio de los tiempos finales, constantemente debemos expresarle nuestro amor y nuestra aceptación de la obra y el mover de Su Santo Espíritu en nosotros para prepararnos de modo que podamos para manejar correctamente la autoridad del Reino que está próximo a liberarse en este último día.
Una vez que hayamos hecho esto, podremos descansar en esperanza, ya que Él continúa reposando sobre nosotros sabiendo que Él podrá completar Su obra de preparación en nosotros.