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Esperar en Su Presencia

Enero 1, 2016

Queridos amigos en el llamado y propósitos de nuestro Señor,

Al empezar el Nuevo Año mi corazón anhela las verdades profundamente ligadas con el dedicarle al Señor el tiempo necesario para estar en Su Presencia.  Si buscas en El Articulo del Mes, publicado en  Enero del 2013 y en Enero del 2015, vas a ver que comunican básicamente la misma idea.  El esperar en su Presencia era un aspecto muy importante en la vida de mi papá, y fue algo que frecuentemente observábamos en él.  Sus enseñanzas al respecto son quizás mis favoritas puesto que me han transformado la vida. Nuestra ocupaciones diarias siempre se van a interponer y a intervenir con el tiempo que queremos dedicar para estar en Su Presencia, mas el hacerlo diariamente es parte vital de nuestro caminar con el Señor, y valen la pena nuestro esfuerzo y dedicación.

El lema de nuesto ministerio es la preparación de un pueblo para los propósitos del Señor durante los últimos días.  Oro para que las enseñanzas disponibles en nuestro Website y el artículo mensual de mi papá contribuyan a fortalecerte, equiparte y darte la autoridad necesaria para la época en que vivimos.

Decidamos conjuntamente “dedicar, separar y emplear ese tiempo” diariamente en Su Presencia.  Va a transformar nuestras vidas!

Contigo en la oración

Nancy Taylor Warner

 

 Esperar en Su Presencia

por Wade E Taylor

 “Yo amo a los que me aman y me hallan los que temprano me buscan. para hacer que los que me aman tengan su heredad y que yo llene sus tesoros. Proverbios 8: 17,21

La búsqueda verdadera de Dios siempre es continua. Tiene que ver con la disposición de nuestro espíritu para ser levantado hacia el Señor en una actitud de escuchar en adoración.

 “Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días en que buscó a Jehová, él le prosperó. (2 Crónicas 26:5)

El Señor está buscando intérpretes, aquellos que lo conocen personalmente y que han recibido entendimiento de sus caminos. Sólo podemos conocer personalmente al Señor si dedicamos tiempo con Él en su presencia.

Ser un “intérprete de Dios,” significa que hemos desarrollado una apreciación y respeto por Su presencia y que podemos relacionar la “palabra escrita” con la obra actual del Señor en las vidas de aquellos que buscan conocerlo mejor.

 “Te hare entender, y te enseñaré el camino en que debes andar, sobre ti fijaré mis ojos.” Salmo 32:8

Está clase de guía sin palabras es el resultado de una relación activa con Jesús en la que Su presencia permanece en nosotros y lo sabemos a través de una percepción interior y profunda de nuestro espíritu.

No podemos desarrollar esta habilidad para escuchar al Señor a menos que primero aprendamos a esperar en Él. Esta experiencia de “esperar” en el Señor debe tener lugar en los tiempos que apartamos para estar a solas con Él. Estos tiempos de separación deben tener lugar en nuestro diario vivir.

Esperar en el Señor implica dos aspectos.

El primero tiene que ver con nuestro retiro de toda actividad para entrar en una consciencia de Su presencia en una actitud de anticipación y adoración.

El Segundo no puede tener lugar sin el primero.

 “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. 1 Corintios 10:31

Es posible para nosotros apartarnos con el Señor en medio de la actividad. Esto toma su tiempo, no viene fácilmente y de una vez. Este nivel más alto de relación comienza con apartarnos a un lugar y esperar en el Señor durante tiempos específicos destinados a ese propósito. Luego nosotros podemos llevar Su presencia con nosotros para que permanezca en todo lo que hacemos.

El primer paso para comenzar una verdadera búsqueda de Dios es apartar tiempo en el que esperamos en silencio para escuchar Su llamado sobre la puerta de nuestro espíritu. Mientras comenzamos a esperar no deberíamos luchar con los pensamientos que aparecen. Esos pensamientos son como el aire en un vaso, no se pueden extraer pero si pueden ser reemplazados, o mejor desplazados.

Nuestro entendimiento de la realidad de la “omnipresencia” del Señor nos ayudará para hacer esto. Miremos Jeremías 23:24:

 “¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?

Podemos animarnos nosotros mismos con el hecho de que el Señor está presente, no importa cómo nos podamos sentir. Esta es una verdad tremenda y nos ayudará enormemente una vez que la hayamos asido. Recurrir a la realidad de Su presencia mientras esperamos en el Señor es algo que nos ayudará como la recarga de una batería. Es un proceso de renovación de Su vida fluyendo a nuestras vidas, es una unión en nuestro espíritu con el Señor a través de la fe que aumentará gradualmente y se convertirá en nuestra delicia.

Otra manera para entender esto es que nosotros, siendo pámpanos, vamos a tomar de la vida de la vid en nuestro espíritu. 

 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” Juan 15:5

Mientras nuestra mente es renovada por esperar en el Señor, es acercada a Su mente, (nuestro entendimiento de sus caminos).

“…pero nosotros tenemos la mente de Cristo” 1 Corintios 2:16

Esto es hecho en nuestro espíritu mientras dedicamos tiempo en la presencia del Señor, esperando en Él.

El único camino para poder entrar en esta relación de Su presencia permanente es comenzar a esperar en el Señor de un modo regular con la determinación de no parar hasta que nos hayamos reunido con Él y hayamos cenado con Él. 

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…” Romanos 12:2

De esta manera el esperar en el Señor y permanecer en Su presencia, se convertirán en un gozo.