por Wade E. Taylor
En el Cantar de Los Cantares de Salomón, el Señor halaga a Su novia porque Él puede ver en ella una cualidad que desea ver, intensamente, cultivada y usada.
“He aquí, que tú eres hermosa. Tus ojos son como palomas.” Cantar de Los Cantares 1:15
Cuando una paloma fija su mirada en su compañero no se distrae con ninguna actividad a su alrededor, es por eso que a menudo la paloma es conocida como un “pájaro de amor” ya que tiene lo que parece ser “un ojo singular” hacia otra paloma.
Nuestro señor nos halaga por tener es “ojo de la paloma” el cual indica que hemos cultivado una sensibilidad espiritual que nos levantará sobre todas las presiones y distracciones terrenales, para que podemos responder a la presencia del Señor en obediencia y propósito.
La aprobación del Señor (favor divino) reposa sobre aquellos que tienen este “ojo singular” hacia Él.
“Si quisiereis y obedeciereis comeréis el bien de la tierra.” Isaías 1:19
Esto es posible sólo en aquellos que han cultivado una relación personal con el Señor. Estos pueden ser fácilmente guiados por Él, porque están lo suficientemente cerca para poder ver cuál es el camino que Él está mirando en relación con Su intención para ellos.
“Te hare entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos.” Salmo 32:8
Este “ojo” que nos guía es silencioso y va más allá de cualquier “palabra” que podamos escuchar o recibir.
Ser guiado por la mirada de nuestro Señor depende de que vivamos muy cerca de Él. Significa que hemos hecho un compromiso total de vivir y caminar en Su presencia y de tener una relación personal con Él.
En contraste con el ojo de la paloma, el ojo de un caballo tiene unas características muy diferentes. El caballo se distrae debido a su visión lateral, por tanto debe tener unas vendas a cada lado de sus ojos y un “cabestro” entre su boca. Sólo entonces puede mantenerse en el camino, de allí que somos amonestados:
“No seáis como el caballo o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y con freno, porque si no, no se acercan a ti.” Salmo 32:9
Una vez que hayamos desarrollado este “ojo singular” hacia el Señor, no responderemos más a Él como si fuésemos un caballo o un mulo (acorde con nuestros deseos), sino que nos habremos convertido sensibles sólo a la guía del Señor y vamos a pedirle conocimiento y sabiduría.
Entonces seremos levantados a un nivel más alto de relación personal con el Señor en el que podemos compartir con Él la consecución de Sus propósitos de redención. En ese nivel habremos progresado de trabajar con el Señor a trabajar con el Señor. Sólo entonces, podremos decir al Señor, como Su novia:
“Tenemos una pequeña Hermana, que no tiene pechos; qué haremos a nuestra hermana cuando de ella se hablare? Cantar de Los Cantares 8:8
Now the Lord can further instruct us in order to prepare us to function with Him in this higher level of a cooperative relationship with Him. He responded and said:
Ahora el Señor puede instruirnos mucho más para prepararnos para funcionar con Él en este alto nivel de una relación cooperativa con Él. Él respondió y dijo:
“Si ella es muro, edificaremos sobre el un palacio de plata; si fuere puerta, le guarneceremos con tablas de cedro.” Cantar de Los Cantares 8:9
Ser un “muro” significa que la experiencia espiritual de aquella hermana es establecida sobre un fundamento firme, para que pueda ser llevada a un nivel espiritual más alto de substancia e integridad (un palacio de plata)
Pero si ella es una puerta de vaivén (espiritualmente inestable), su espiritualidad debe ser protegida, (guarnecerla con tablas de cedro).
Esta es la cualidad (su ojo sencillo, hacia Él), que movió al Señor con un deseo de estar con Su Novia en la manifestación de esta relación de cooperación, de modo que cuando ella clamó:
“Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma, Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía; Pues ¿Por qué había de estar yo como errante Junto a los rebaños de tus compañeros? Cantar de Los Cantares 1:7
“Hazme saber,” a través de esta palabra, la novia expresó su intenso deseo dirigido sólo al Señor y buscó poner su mirada solamente en Él.
El Señor respondió rápidamente:
“Si tú no sabes, oh Hermosa entre las mujeres, ve sigue las huellas del rebaño, y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores.” Cantar de Los Cantares 1:8
“Ve, sigue las huellas el rebaño.” Esto significa: encuentra a aquellos que conocen al Señor y ellos te guiarán al propio Señor, no a un programa o un propósito.
La novia no podía estar más satisfecha con solo conocer cosas acerca del Señor. Los ministerios, habilidades o personalidades de Sus siervos ya no eran suficientes, porque ahora ella necesitaba conocer íntimamente a Jesús. Aquí podemos ver que en la novia ha tenido lugar una intensa reducción de todas sus ambiciones, deseos y sueños.
Fue entonces que su visión se hizo sencilla, se hizo singular y el Señor estaba listo para guiarla:
“Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, y ven.” Cantar de Los Cantares 2:10
El Salmo 27 fue escrito por David inspirado en su relación con el Señor durante el tiempo cuando él estaba escondido en la cueva, mientras el ejército de Saúl lo buscaba afuera para matarlo. En medio de la oscuridad de sus circunstancias, el sueño de David acerca de su asiento en el trono de un reino terrenal con toda su grandeza palideció ante la luz del Reino eterno que pudo ver en ese momento.
“Jehová es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón….” Salmo 27: 1-3
En esta aparente situación de desesperanza, David se dio cuenta de que sólo lo que es de Dios tiene un valor permanente. Todo lo demás desapareció en la oscuridad de la cueva, incluida la esperanza de sentarse en el trono de Israel, conforme a la profecía que le había sido dada a través de Samuel.
David fue reducido a una visión sencilla, sólo tenía un deseo, permanecer en la presencia del Señor. La cueva oscura y mohosa se convirtió en una catedral, porque David tenía “El ojo de la paloma” y sólo veía al Señor, tan sólo entonces pudo decir:
“Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. Porque Él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto.” Salmo 27: 4-5
Los valores de David habían sido puestos bajo el orden divino ya que el Señor tenía el primer lugar en su vida, entonces, en el tiempo y manera de Dios Él pudo guiar a David al trono de Israel.
“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33
Si vamos a responder y buscar al Señor por encima de todas las presiones y demandas de nuestro tiempo y le decimos que lo deseamos con un “ojo singular,” Él responderá y nos dirá. “He aquí que eres hermosa, tienes los ojos de la paloma.”
Entonces estaremos listos para ser guiados a una mayor experiencia de unión con Jesús en el cumplimiento de los propósitos de Su Reino sobre la tierra.
Today, the Lord is seeking those who are willing to be reduced to having this singleness of vision.
Hoy en día, el Señor está buscando por aquellos que estén dispuestos a ser reducidos a una visión singular.-
¿Es usted uno de ellos?