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Buscar La Aprobación Divina

Wade E Taylor

“Más  tú, cuando ores, entra a tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” Mateo 6:6

La palabra “aposento” es traducida de una palabra  griega que significa, “cámara de almacenamiento.” La mayoría de las traducciones usan la palabra “habitación,” pero esto reduce la intención del Señor puesto que cualquiera puede fácilmente hallar y entrar a una “habitación” en la cual pueda orar. Sin embargo para nosotros, entrar a un “aposento” es totalmente diferente.

Estamos viviendo en los tiempos de la iglesia de Laodicea de la cual nos fue dicho que “era “rica, que tenía muchas cosas” (Apocalipsis 3:17). De este modo, nuestro aposento está “lleno” y así como nuestro aposento, también nuestras vidas están llenas de actividades demandantes, en consecuencia, muchos de nosotros estamos demasiado ocupados como para dedicar tiempo significativo en oración.

Para que entremos en nuestro “aposento” (un lugar aparte) a orar se requiere que, en una forma activa y determinada hagamos una habitación, donde no la hay. Establecer un tiempo y un lugar aparte para orar y luego mantener este tiempo de oración no es algo que viene fácilmente.

Conforme a lo anterior, es necesario que valoremos mucho el tiempo que dedicamos a estar a solas con el Señor, de lo contrario será superado y reemplazado con actividades, y “llenaremos nuestro aposento de muchas cosas.” Este es un tiempo para estar aparte a solas con el Señor, constantemente debemos contender por esto. 

Una vez una mujer me escuchó compartir esto y luego me dijo que ella se había tomado muy en serio lo que yo había dicho. Ella fue a su casa y literalmente vacío su closet, puso una silla adentro, entró y cerró la puerta. En ese espacio ella se reunió con el señor en una forma maravillosa y más tarde compartió esa experiencia conmigo.

Nuestro Señor es muy sensitivo cuando “hacemos una habitación” para Él pues cuando Él nació no tuvo ninguna “habitación. Luego, cuando alguno de nosotros se determina activamente, a hacerle una habitación Él, lo advierte rápidamente y responde.

Nuestro Señor, quien “ve en lo secreto, nos recompensará en público.” Esto habla de Su “aprobación” o favor divino que reposa sobre nosotros, sobre todo lo que somos y hacemos.

El esfuerzo que hacemos con el fin de edificar una “habitación” para Él y luego dedicar tiempo solamente con Él, son  claves para obtener  Su aprobación (favor divino) sobre nuestra vida espiritual. 

Tu Padre que está en lo secreto…te recompensará en público.” Si comparamos los textos de Isaías 50:4 y Marcos 1:35  podremos ver que Jesús comenzó cada día en oración solamente con su padre.

“Jehová el Señor me dio lengua de sabios para saber hablar palabras  al que está cansado, despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para oiga como los sabios. 

 “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.” Marcos 1:35

Después de tener este “tiempo aparte,” Jesús iba a ministrar y el favor de Su Padre que reposaba sobre Él era evidente.

“Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre¡ Juan 7:46

 “Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.” Marcos 1:22

Nada vamos a perder por dedicar tiempo a solas con el Señor. Al final de este tiempo vamos a poder como que hemos perdido el tiempo, pero luego, notaremos que cada cosa marcha mejor de lo que esperábamos o que merecíamos.

Nada vamos a perder por establecer un tiempo especial aparte en el que nos reunimos con Jesús.